2 de agosto de 2007
Las profecías de Palenque no anuncian el fin del mundo
El 23 de diciembre de 2012 no se terminará el mundo, pero si habrá una conjunción planetaria de Marte, Júpiter y Saturno
Cuernavaca, Morelos.- ¿Cuántas veces no se ha repetido en programas televisivos o radiofónicos y en múltiples revistas exotéricas el escandaloso anuncio de que el mundo se acabará el 23 de Diciembre de 2012, de acuerdo a las profecías mayas? ¿Qué esa fecha marca lo mismo la colisión del planeta Tierra con un objeto cósmico, la sucesión de una serie de catástrofes marinas y terrestres de una hecatombe mundial? ¿Una explosión solar?, ¿Incluso la llegada de un OVNI?
Dichas profecías lo único que prevén es que el dios Bolon Yokte bajará del cielo, quizá por ser el dios que midió la tierra con su paso al inicio del tiempo. Y que la fecha, por cierto, coincide con una conjunción planetaria de Marte, Júpiter y Saturno. Esta es la explicación de Alfonso Arellano Hernández, investigador del Instituto de Investigaciones Filológicas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
Foto: Archivo / El Sol de Cuernavaca
"Se verá una estrellota y el espectáculo será bonito pero nada más, el mundo va a seguir, pues los mayas utilizaban sus augurios para momentos y lugares específicos, y eso no se aplica a nosotros en la actualidad", añadió el especialista al dictar la conferencia "Fuentes en piedra y papel" dentro del ciclo: "El hombre y lo sagrado XI, textos y narrativas sagradas".
En efecto, el Rey Pakal de Palenque consultó a los dioses para saber su destino, únicamente a él y a su reinado. Y es que las profecías son concretas, no hablan del futuro, únicamente señalan que el presente ciclo de la creación comenzó el 13 de Agosto del año 3113 a.C y que los sucesos de esta cosmogonía terminan en la referida fecha del año 2012. Luego, simplemente comenzará otro ciclo de 5,125 años con algunas horas menos, por los ajustes astronómicos.
A diferencia de cosmogonías como la griega o la hebrea, entre los mayas existe la peculiaridad de que en sus relatos hay una gran recurrencia de creaciones previas, lo que significa que se renuevan. Mientras los mexicas cuentan cinco creaciones, los mayas contaron muchísimas más: antes, incluso, que los dinosaurios o la existencia misma del planeta. "Es el no tiempo de los dioses, ellos hacen cosas antes del fin", señala Arellano.
Las profecías y las interpretaciones de los textos sagrados mayas aunque reflejaban el orden de lo divino, también lo hacían en el plano de lo cotidiano para sus habitantes ¿Me puedo casar con ella? ¿Puedo sembrar en esa fecha? ¿Es bueno que tenga un hijo ahora? Y eso se empleaba para decidir en todo tipo de cuestiones.
"Lo sagrado se cuaja en la cotidianeidad, eso narran los códices", dijo el miembro fundador del proyecto La pintura Mural Prehispánica en México de la Historiadora Beatriz de la Fuente. Los días podían ser propicios, neutros o negativos, y conocer esto era vital para distinguir en qué días o no se podían realizar ciertas acciones, pues no obedecían la armonía divina, las deidades podían mandar pestes, hambrunas o sequías. Para ello, se requiere de la interpretación de los textos sagrados por parte de los Chilam "el que es boca" o sacerdotes.
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