Aportado por Eduardo J. Carletti
El hombre, luego de llevar a cabo su extraño ataque, fue acusado por cargos de tentativa de asesinato y agresión.
(Primera Hora, Puerto Rico).- Como tomado del guión de una película de vampiros, Lilliam Rivera declaró ayer que el 12 de mayo de 2005, cuando iba por un atrecho para el Colegio Santa Clara de Carolina donde es maestra de Kindergarten, Alexander Berríos Cortés se le abalanzó encima y le pegó la boca en el cuello, "chupándome con desespero".
Dijo que de primera intención pensó que su agresor quería robarle las prendas y que incluso ella le ofreció $500 que llevaba, pero el hombre no los quiso.
"Lo único que sentía era la boca de él chupándome todo el cuello, sentía que me estaba mordiendo, me hacía presión y me soltaba. Yo le decía: 'No me mates, no me hagas daño que yo tengo mis hijos' y él se despegaba y me decía: 'Cállate o te voy a degollar'", dijo la maestra, para agregar que su atacante también la amenazaba con un cuchillo.
Con el testimonio de Rivera, comenzó ayer el juicio por jurado contra Berríos Cortés en la sala del juez superior Ángel Ramírez Ramírez del Tribunal de Carolina. El joven de 26 años enfrenta cargos de tentativa de asesinato, agresión agravada, amenaza y uso de un arma blanca.
La mujer declaró que hacía un mes que había comenzado a utilizar el atrecho por un parque pasivo contiguo a la Escuela Villa Fontana para llegar hasta el Colegio. Relató que el 12 de mayo pasado a eso de las 7:15 de la mañana vio al acusado trepado en el alero de una casa, le pareció sospechoso y apretó el paso.
Relató que continuó la marcha azorada y se cruzó con una jovencita a la que le hizo señas de que tuviera cuidado. Enseguida oyó a la muchacha pedir auxilio y el individuo, al que describió como bien acicalado, "perfiladito", de ojos verdes claros y "bien guapo", estaba en el piso sobre ella "con la boca pegada al cuello de la muchachita".
La maestra declaró que le gritó: "Suéltala, maldito" y cuando le dio un halón fuerte vio que tenía un cuchillo de cortar carne con hoja de ocho a diez pulgadas.
"Le quité a la muchacha y le dije que corriera. Ella tenía mucha sangre por todo el cuello y ella le pedía a él que no le hiciera daño a su bebé", narró Rivera a preguntas de la fiscal Mirna Padró, quien en unión a la fiscal Maritza Morales tiene a cargo el desfile de prueba.
La testigo dijo que después de que la muchacha huyó ella trató de correr, pero resbaló. "Él me tumbó, se me pegó al lado derecho del cuello. Empezó como a chuparme y yo creía que lo que quería eran las prendas. Como lo vi tan desesperado, le dije que en el bulto llevaba un sobre con $500 de la graduación de mi escuela, pero me dijo: 'Cállate que te voy a degollar' y me lo repetía", relató.
También dijo que cuando el acusado la amenazó con el cuchillo, empezó a hacerle presión con sus rodillas y con sus partes privadas sobre las suyas y ella pensó que iba a violarla, pero "seguía chupándome el cuello".
Después contó que llegó otra jovencita y ésta gritó, pidiendo auxilio en la escuela. Rivera declaró que el acusado se despegó, la chupó bien fuerte y salió corriendo con la ropa llena de sangre.
La perjudicada indicó que en el hospital se percató de la herida que tenía en el cuello, la que describió como una "apertura picada en capas", a la que tuvieron que tomarle 30 puntos de sutura.
La mujer dijo que posteriormente identificó al acusado en una fotografía en un noticiario de la televisión. "Él tenía una mirada como cuando alguien te quiere matar, que te clava los ojos y no te los quita de encima. No tengo duda de que ése fue el tipo que me atacó", agregó.
Declaró que entonces recordó que una semana antes del incidente se lo había topado en el atrecho, que él le dijo: "Buenos días" y que le llamó la atención su perfume porque era el mismo que usa uno de sus hijos, y que el hombre "era blanco, blanco, blanco".
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