25 de abril de 2007

¿Otra Tierra?


Unos astrofísicos europeos consiguen detectar un exoplaneta de tipo terrestre en la zona habitable alrededor de su estrella. Se encuentra en un sistema solar que cuenta ya con varios planetas inferidos con la misma técnica observacional y está muy cerca de la Tierra.

Interpretación artística del nuevo exoplaneta descubierto. Foto: ESO.

Este objeto representa el mundo más parecido a la Tierra hasta ahora detectado. Cuenta con un radio de de 1,5 veces el terrestre y está a una distancia tal de su estrella que su temperatura permite la existencia de agua líquida. Podría ser un buen sitio para que hubiese vida y un buen candidato en donde buscarla. Este planeta se ha detectado gracias a un telescopio de 3,6 metros del Observatorio Europeo Austral (ESO) ubicado en Chile, de los varios con los que cuenta esta institución en el país andino.

La masa inferida del nuevo mundo es de unas 5 veces la terrestre y órbita alrededor de una enana roja denominada Gliese 581. Hace algún tiempo ya se detec
tó otro planeta en este sistema de una masa similar a la de Neptuno, también mediante medidas de velocidades radiales. Los astrónomos tienen pruebas de que además hay un tercer planeta en este sistema con una masa de 8 veces la de la Tierra. El nuevo exoplaneta es el más pequeño detectado hasta la fecha y completa una órbita alrededor de Gliese 581 cada 13 días. Está 14 veces más cerca a su sol que la Tierra al suyo. Sin embargo, como las enanas rojas son más frías que las estrellas de tipo G como nuestro sol, el planeta se encuentra en la zona habitable del sistema. Según los modelos la temperatura media sobre este planeta, presumiblemente rocoso o cubierto por océanos, estaría comprendida entre los 0 y los 40 grados centígrados, intervalo para el cual el agua se mantendría líquida. Las puestas de sol sobre su superficie deben de ser impresionantes con un espectacular rojo disco solar con un diámetro 10 veces mayor que el de nuestro sol visto sobre la Tierra.

Gliese 581. Foto: ESO.

El planeta ha sido inferido y no observado directamente. Las medidas de desplazamiento Doppler es la técnica más común que se ha utilizado hasta la fecha para inferir la presencia de planetas extrasolares. En este caso se ha utilizado esta misma técnica para medir velocidades radiales y detectarlo. Intentar ver directamente planetas extrasolares con nuestra actual tecnología es prácticamente imposible, entre otras cosas porque son objetos muy débiles que se encuentran al lado de unas fuentes de luz muy brillantes (la estrella alrededor de la cual orbitan). Por eso los astrónomos se valen de ciertos trucos o métodos de detección indirecta. Si un planeta es muy masivo la estrella orbitará alrededor del centro de masas del sistema, que generalmente se encontrará en el interior de la misma, con lo que la estrella oscilará un poquito. Esa oscilación, o velocidad radial variable, se puede ver gracias al efecto Doppler que hace que las frecuencias de la luz se corran al rojo o al azul según la estrella se aleje o acerque a nosotros. Lo malo de esta técnica es que sólo funciona para planetas masivos. Con ella se han puesto de manifiesto extraños sistemas solares donde planetas muy masivos orbitan muy cerca de la estrella, con una configuración muy distinta a la de nuestro sistema solar. Aun así, hemos detectamos unos 200 planetas con este método.

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