Fuente: EurekAlert
Vía: Slashdot
Los astrónomos terrestres han descubierto más de 270 planetas más allá de nuestro sistema solar en las últimas dos décadas, ninguno se cree que pueda soportar vida como la de nuestro mundo. La mayoría de ellos son gigantes gaseosos, los más fáciles de detectar.
Este mismo año se descubrió un exoplaneta que es el más semejante al nuestro hasta el momento, es Gliese 581 d, que tiene una masa 5 veces superior a la de la Tierra. Se presume que sería un planeta similar al nuestro sólo que muy grande.
Pero, si astrónomos extraterrestres estuviesen buscando vida fuera de sus mundos, ¿qué verían en el nuestro? ¿Podrían deducir que nuestro mundo es apto para la vida?
Científicos de la Universidad de Florida publicaron un artículo en el Astrophysical Journal, en el cual responden que sí a tamaña pregunta. Con un telescopio espacial un poco más grande que el Hubble apuntando directo a nuestra estrella el Sol, los observadores hipotéticos podrían medir el periodo de rotación de 24 horas terrestre, lo que les llevaría a observaciones de los océanos y a la posibilidad de que hubiese vida aquí.
“Tan sólo podrían ver a la Tierra como un único pixel” dijo Eric Ford, uno de los autores del estudio. “Pero eso sería suficiente para ellos para poder identificar nuestro planeta como uno que podría contener nubes y océanos de agua líquida”.
Podrá parecer caprichoso este estudio, más de uno dirá estos no tienen nada que hacer y se ponen a hacer estos estudios. Pero es algo importante para nuestro propio estudio de los planetas de más allá de nuestro sistema solar. Para saber cómo y qué buscar en los exoplanetas descubiertos para saber si son o no parecidos al nuestro.
Los científicos tienen que aprender cómo usar la luz del planeta para reconocer si su superficie y su atmósfera son parecidas a la nuestra. Y es por eso que Ford y colegas quieren saber cómo luciría la Tierra para observadores alienígenas.
Están de acuerdo, por ejemplo, en que para observar nuestro mundo desde lejos haría falta un telescopio amplio y que estuviese enfocado a la Tierra por un período de varias semanas para así recolectar suficiente luz para identificar las sustancias químicas de nuestra atmósfera. Durante esas observaciones, también notarían que el brillo de la Tierra cambiaría, principalmente debido a las nubes rotando dentro y fuera de la vista. Si siguiesen mirando durante meses notarían un patrón, un patrón repetitivo que les permitiría deducir el período de rotación de 24 horas.
Y a partir de allí podrían deducir el resto, según los autores del estudio. “Venus siempre está cubierto de nubes, así que su brillo no varía”, dijo Ford. “Marte no tiene casi nubes. La Tierra, por el contrario, tiene mucha variación en su brillo”.
Entonces Ford y colegas creen que los observadores podrían inferir la presencia de continentes y océanos gracias a los patrones de cambio en el brillo de la Tierra.
Esta investigación, con simulaciones por computadora, estudios satelitales, etc, podrá ayudar a los astrónomos que busquen planetas como el nuestro en el espacio.
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