17 de julio de 2006

Té y galletas para el fantasma

Amarnath Tewary
Gaya, Bihar, India

Owen Tomkinson fue un soldado inglés que murió de cólera en el estado indio norteño de Bihar en 1906

No hay nada de raro en eso, pero los vecinos del barrio de Ekbalnagar, en Gaya, el pueblo donde está enterrado, creen que su fantasma detiene a los residentes y visitantes para pedirles té y cosas dulces.

Por eso, con el fin de apaciguar al espectro, llevan ofrendas de té, galletitas y dulces caseros a la tumba del soldado, situada en un cementerio de casi una hectárea, junto a las de otros centenares de británicos que murieron en la zona.

Un hombre hace una ofrenda de té en la tumba. (Fotos: Prashant Ravi)

La mayoría de las tumbas son de niños, de tres meses a ocho años de edad, que murieron de 1833 a 1877. Tomkinson fue una de las últimas personas en ser enterrada aquí.

"En cariñoso homenaje a Owen, el bienamado esposo de Annie Tomkinson, quien murió en Gaya el 19 de septiembre de 1906, a sus 47 años de edad", reza su epitafio.

"Angrez bhoot"

Pero cien años después de su muerte, los vecinos de este barrio mayoritariamente musulmán dicen que el "angrez bhoot" (el fantasma inglés) siempre está agitado y sólo se le puede aplacar con té y dulces.

Por Gaya circulan muchas historias de cómo "detiene a la gente" para pedirle su bebida y alimento favoritos.

"Cuando cae la noche, aparece el fantasma inglés, vestido con un traje muy inglés y botas. Se para en medio de la carretera a exigir que le den té y galletitas", dice Mohammad Zamiuddin, maestro de una escuela local.

Mehmood Ali, un trabajador del cementerio "europeo" donde el inglés está enterrado, dice que no está seguro de si se trata del espíritu de Tomkinson, pero que hay "un fantasma en la zona al que le gustan el té y las galletitas".

"Nunca me encontrado con el fantasma inglés, pero creo que debe haber un alma errante en la zona a la que le apetecen esas cosas", añade.

Cadenas divinas

Un comerciante sexagenario, Mohammad Basir, dice que vio al espectro una mañana, hace cerca de cinco años.

"Me detuvo pero, después de que me dio la mano, se hizo invisible", señala.

Según el sepulturero, el espíritu se escapó cuando alguien se robó la cadena.

Algunas historias cuentan que, hace unos años, un residente local "domó" al fantasma, luego de "encadenarlo" a una columna en el cementerio.

"Lo ató con cadenas divinas y lo sujetó a una columna de hierro cerca de la tumba", dice otro vecino, Mohammed Zamiuddin.

El sepulturero Mehmood Ali explica que el espíritu logró escaparse cuando alguien se robó la cadena del cementerio.

"Bazofias"

El más antiguo residente inglés de Gaya, Arthur Wakefield, detesta las historias que circulan sobre Tomkinson.

"Ese cuento del fantasma que pide té y galletitas es pura bazofia y forma parte de la superstición local", dice.

Pero los residentes de Ekbalnagar -el barrio más atrasado de Gaya- siguen haciendo fila frente a la tumba del soldado para llevarle los manjares.

Faiyaz Ahmed, un vecino, dice que es un precio insignificante que hay que pagar para mantener al espectro contento.

"Es muy diferente a otros fantasmas. Es completamente inofensivo. Incluso si usted no le da té y galletitas, él lo deja en paz si le promete que lo hará otro día", dice.

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