Por: Alejandro Polanco
Fotografías sobre OVNIs hay muchas, de muy diversas épocas, mostrando tipologías muy variables de Objetos Volantes no Identificados, pero claro, una cosa es no identificar algo en una foto y otra, muy distinta, es hablar de extraterrestres. Mi amigo Chris Aubeck me ha puesto en guardia acerca de un caso muy especial, en el que el “no identificado” ha sido totalmente reconocido.
Lo sucedido con esta famosa fotografía es lo mismo que le ocurre a otras muchas, a medio camino entre la credulidad y la ilusión óptica, hay muchos que ya creían ver un típico platillo volante, surcando impunemente nuestros cielos, tripulado por extraños seres de otros mundos. Vale, al final, sí ha resultado un objeto… pero de otro tipo. Al margen de las cientos de fotos trucadas, hay muchas otras en las que aparecen objetos que, aparentemente, no debieran estar ahí, porque cuando se tomó la fotografía no se percató su autor de su presencia. Este caso que voy a reseñar brevemente resume muchos otros similares.
La fotografía de un OVNI de Jack LeMonde, tomada en 1945, ha movido ríos de tinta y algunos la consideraban como una muestra cierta de presencia extraterrestre en nuestros cielos. Eso, al menos, hasta que los ordenadores y Photoshop, vinieron a dar con la clave del asunto de una vez por todas. La fotografía muestra a LeMonde, de uniforme, subido en su caballo, en la calle de una localidad californiana. En los cielos aparece un extraño objeto, que es ampliado en el cuadro de la esquina superior derecha.
Bien, cuando la fotografía es procesada con el ordenador, aparecen una serie de rasgos que, a primera vista no eran visibles. En este caso, se aprecia una línea que correspondería a un tendido eléctrico sobre el que pende el objeto, nada más y nada menos que una farola. Así, lo “no identificado” pasa a ser un objeto típicamente humano.
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