10 de enero de 2008
Demuestran una vez más la falsedad de la PES
Psicólogos de la universidad de Harvard han desarrollado un nuevo método para estudiar la supuesta percepción extrasensorial (PES) que puede resolver el debate sobre su existencia.
Según los autores, el estudio no sólo ilustra un nuevo método para el estudio del presunto fenómeno, sino que además proporciona fuertes pruebas en contra de su existencia.
La investigación fue realizada por Samuel Moulton, estudiante de doctorado del departamento de psicología de la Facultad de artes y ciencias de la Universidad de Harvard, junto a Stephen Kosslyn y John Lindsley profesores de Psicología en dicha universidad. Los resultados se publican este enero en Journal of Cognitive Neuroscience.
Los científicos usaron un escáner cerebral para comprobar si los individuos tenían conocimientos que no podían ser explicados a través del procesamiento perceptivo normal.
Los autores afirman que si la percepción extrasensorial (PES) existiera, los voluntarios deberían de responder de diferente manera al PES y al procesamiento perceptivo normal. Pero en lugar de eso, los resultados muestran que la respuesta del cerebro de los participantes es idéntica en ambos casos, a pesar de que reaccionaban fuertemente a las diferencias en cómo de emocional era el estímulo.
Casi la mitad de los adultos de los EEUU creen en la existencia de la PES, que incluye la telepatía, clarividencia y precognición. La gente informa de vez en cuando de la adquisición inexplicada de información, como sentir la muerte de un ser querido, o saber la identidad del que llama por teléfono antes de descolgar.
Estos fenómenos, que se pueden explicar de manera natural y racional, son frecuentemente "explicados" como procesamientos paranormales del cerebro por aquellos que creen en este tipo de creencias irracionales.
Por desgracia el gobierno de los EEUU dio justificaciones a esta gente cuando gastó (inútilmente) millones de dólares en el reclutamiento de psíquicos y otros doblacucharas durante la guerra fría. Encima, en los resultados de esos "estudios" se informó de lo que parecía ser la existencia, obviamente falsa, de la PES, quizás por un mal diseño de los experimentos.
Posteriormente muchos otros fracasaron a la hora de reproducir dichos resultados.
Para desarrollar mejores tests que comprueben la PES, los autores del estudio de ahora diseñaron un nuevo método que directamente analiza la fuente de los supuestos fenómenos de PES: el cerebro humano.
Argumentan que como el cerebro realiza la percepción y almacena información (incluso eventos en los cuales no se es consciente de percibir, o información almacenada que no se recuerda conscientemente), oferta unas posibilidades de comprobar la PES de una manera mucho más amplia que los tests basados en el comportamiento.
Según los autores, el cerebro de una persona muestra una respuesta reprimida a estímulos que ha visto anteriormente, también cuando dichos estímulos están presentes subliminalmente y la persona no se entera conscientemente de haberlos visto. Además, se muestra una respuesta reforzada a estímulos que la persona está esperando que sucedan (¿la llamada telefónica esperada?). Como conocimiento y expectativa predisponen y condicionan la actividad cerebral, las imágenes de la actividad neurológica ofrecieron a estos investigadores un test potente y único para comprobar los procesos cognitivos y perceptúales sutiles.
Para estudiar si la PES existía o no, estos investigadores enfrentaron a los participantes del experimento a dos clases de estímulos: estímulos PES y estímulos no-PES. Estos dos tipos de estímulos eran idénticos salvo por una diferencia: el estímulo PES no sólo se presentaba visualmente a los voluntarios, además se les presentaba (supuestamente) de forma telepática, de forma precognitiva y por clarividencia.
Para la telepatía los investigadores mostraban fotografías a los gemelos, parejas amorosas o amigos de los participantes y que estaban en una habitación cercana. Para la clarividencia los investigadores mostraban fotos en la pantalla de un ordenador alejado. Para la precognición los investigadores mostraban a los participantes las mismas fotos otra vez en el futuro.
Según los investigadores los resultados obtenidos son las mejores pruebas que se tienen hasta el momento contra la existencia de la PES y, quizás más importante, este método proporciona a los científicos (reales y honestos) una manera de estudiar la supuesta PES sin las fallas de tiempos pasados.
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